Tras las últimas declaraciones vertidas por Fernández Almuiña en las que, pese a las críticas afirmaba que iban a seguir con la misma línea actual de estabilidad, sólo podemos decir que nos parecen una nueva falta de respeto.
Venimos sufriendo una precariedad laboral indecente tras los últimos años del Gobierno del Presidente Feijóo donde, la calidad de la Sanidad y de la estabilidad de empleo de los profesionales, se vio mermada considerablemente. Venimos de asumir un esfuerzo sobrehumano tras la crisis de la Covid alegando a la Vocación de los profesionales y estamos cansadas y hartas.
El hecho de que no se valore un cambio en la política de estabilidad de los profesionales del SERGAS nos hace creer que importa bien poco la Salud de sus profesionales ante la posibilidad, cada día más factible, de un nuevo rebrote; que por muchos aplausos, premios y cheques regalo que vendan en esta época electoralista, la salud que está en juego es la de los pacientes y la nuestra.
Parece que el “conformismo” por parte del sector sanitario pesa más que todas las propuestas y denuncias hechas una y otra vez ante el maltrato de la Administración. Y es que parece que tenemos lo que nos merecemos, una y otra vez desde este colectivo animamos a la unión del personal para mejorar las condiciones y seguimos esperando.
Tal vez es hora de recordar que somos uno de los colectivos mayoritarios, aunque el sábado en Santiago, no lo parecieramos. Empecemos por respetarnos nosotras para que nos respeten.