El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, afirmó relativo a las políticas de personal de las residencias privadas, que “no es bueno una rotación alta en el personal que cuida a los mayores, porque eso supone riesgos sanitarios adicionales“.
Una afirmación que entra en conflicto directo con la política aplicada durante sus once años presidiendo Galicia. Una política en la que el personal eventual, más del 40%, estuvo y está concatenando contratos de días, en diferentes servicios y con una rotación elevadísima. Justamente lo que equivale a un aumento todavía mayor de esos riesgos sanitarios adicionales de los que habla Feijóo.
No podemos dejar en el olvido los riesgos a los que tuvieron expuestos, tanto el personal del SERGAS como los pacientes, durante el momento más agudo de la epidemia de la Covid. Debido a la eventualidad extrema, el personal tuvo que hacer rotaciones en las que ofertaban contratos de días sueltos en Unidades de Hospitalización con casos positivos de Covid para a continuación ir a otras en donde se encontraban pacientes susceptibles a infecciones como inmunodeprimidos o neonatos.
Ni siquiera los gestores sanitarios pueden negar la evidencia de que la sanidad gallega mostró una debilidad enorme, pese a que la Covid no golpeara con la virulencia de otras comunidades autónomas. Y esa debilidad, en parte, viene explicada por las políticas de reducción y la elevada rotación y precariedad del personal.
Pese a ello, el pasado sábado, tras la manifestación de denuncia a la precariedad laboral, su Conselleiro de Sanidad Almuiña, afirmó en una entrevista concedida a un periódico de tirada nacional que, pese a las críticas, seguirán en la misma senda. Es decir, continuar apostando por el personal eventual como mano de obra barata y precaria.
En resumen, Feijóo y su Consellería de Sanidad encabezada por el Conselleiro Almuiña le piden a las residencias privadas lo que ellos no son capaces de hacer. Ni dar estabilidad ni disminuir la rotación del personal.
Ese es el camino de las políticas de contratación del actual gobierno de la Xunta de Galicia. Mentiras y mentiras. Pero la realidad es que ni se hacen ofertas públicas de empleo todos los años ni existe ese plan de estabilidad que pretendió vender a los que no conocen la verdadera realidad.
No les hagan caso a estos gestores que tan bien se venden en la prensa, porque donde dije digo, digo Diego. Nosotras no tenemos dudas, que pase el siguiente.