Vuelvo a ser yo, sí, el azote contra las injusticias del Sergas, el Anonymous gallego si queréis (igual me pasé, es lo que tiene el turno fijo de mañanas, que acaba con las pocas neuronas con las que no acaban las OPES). Hoy vamos a dejar descansar a los acúmulos, que me parece que vamos a tener tiempo de sobra para quejarnos sobre ellos, para hablar de otro tema, si cabe, más importante. Y no, no me refiero al tema del las listas de contratación (epic fail) pero ya que insistís, lo vamos a mencionar. ¿Las sacan tarde, mal y arrastro? Es verdad, porque tenían un año entero para sumar las notas de la OPE, pero igual no había calculadoras para todos, que es muy fácil juzgar desde fuera…en fin, tanta eficiencia ha conseguido dejarme sin palabras.
Y ya hablando de cosas más importantes, ¿qué os vais a poner para la ceremonia de los premios Princesa de Asturias? Yo dudo entre el pijama blanco o el verde, el pantalón del blanco me queda largo, por lo que me queda bien con los tacones, pero el verde viste mucho, para una gala creo que me quedaría genial, y como son tan anchos si no le cierras el escote con la cinta de esparadrapo, portada del “Hola” seguro. Otra cosa, ¿sabéis dónde se solicita en Fides el permiso para la recogida de premios?¿ Y qué período de horas se pone, la ceremonia solo o también el cóctel de después? Es que son intervalos de horas diferentes, además, no se como son las cenas de Navidad de vuestros hospitales, pero en el mío no acaban hasta la mañana del día siguiente. Yo solo aviso de que como regalen alcohol van a tener más problemas para cubrir el día de la entrega de premios que el día de las elecciones, que vota gente que ni sabe que partidos se presentan.
Otro tema en el que nadie ha reparado es que no tenemos representante para recogerlo. Es decir, ahí está el ministro de Sanidad, pero yo qué sé, un filósofo recogiendo un premio para sanitarios… ni que me pusiera yo a recitarle el mito de la caverna de Platón a un paciente mientras le hago un electro. Otra opción sería Fernando Simón, pero si va a llevar esos pelos de salir después de tres horas con el gorro de quirófano, a mí no me representa. Así que otro problema añadido, no sé qué llevar, ni cuántas horas pedir, ni quién tiene que ir a recogerlo.
Igual la gente que quedamos atrapados todo el verano en el acúmulo crisis covid (desde aquí pido un crowdfunding para camisetas que digan “soy enfermera acúmulo crisis covid, ¿cuál es tu super poder?”) somos los elegidos para tal fin. A ver, en mi hospital llevamos más de un mes sin ningún caso positivo, y los acúmulos covid estamos para todo menos para el covid, igual ahora es nuestro momento, para ser estrellas e ir a recoger premios. No digo que no lo merezcamos, que llevamos desde principio de esta pandemia haciendo turnos como si tuviéramos que trabajar en tres meses lo de todo el año, pero ya me extraña tal deferencia del Sergas. También es verdad que como ahora mismo no tengo cartelera, y ando cada día en un sitio sabiendo cuando trabajo solo con unas horas de antelación, espero que Felipe y Letizia tengan a bien llamar a mi jefa para cuadrar horarios.
Retranca aparte, de verdad ¿alguien se ha emocionado cuando salió la noticia en los medios de comunicación? Yo sinceramente he sentido rabia e impotencia, porque está claro que esta catástrofe que acabamos de vivir no cambió nada ni removió ninguna conciencia. Somos muy claros en nuestras reivindicaciones, no queremos aplausos, ni premios, ni palmaditas en la espalda, solo queremos condiciones laborales dignas, contratos dignos, que se nos trate como personas, no como números, tenemos vida más allá de los hospitales y centros de salud, padres, madres, abuelos, parejas, amigos, mascotas… no somos héroes, ni queremos que el alcalde nos entregue la llave de la ciudad ni queremos un premio entregado por una institución rancia como es la monarquía. Con el dinero destinado a esa gente que cobra por figurar, podríamos haber comprado muchos EPIS, respiradores, contratar más personal, no echar a gente por enfermar y pagarles sus bajas… porque muchos compañeros que arriesgaron su salud y la perdieron, estuvieron en casa sin cobrar, después de luchar contra este bicho. Ellos, en su palacio, a salvo, cobrando por el simple hecho de existir y respirar.
Quiero justicia y dignidad para llevar a cabo mi trabajo, no un premio. El premio sería levantarme un día y ver que el sistema de salud se preocupa de cuidar a sus usuarios y a sus trabajadores, y no de monetizarlos. Pero esto último que acabo de escribir si que merece un premio, pero a lo mejor de relato fantástico.
PD: aunque yo al premio de la concordia no le digo que no, porque cuando trabajas de tarde y vuelves de mañana, y la supervisora te pregunta si puedes doblar turno y quedar para la tarde, hay que tener mucha concordia en las venas para no mandarla a tomar por…. en fin, sabéis de que hablo, todos estudiamos anatomía en la carrera.
“Imagen del Banc d’Imatges Infermeres. Autoría: Ariadna Creus y Àngel García”