Debido a la alerta sanitaria causada por el coronavirus y teniendo en cuenta el importante peso que tenemos y debido a nuestras funciones en la contención y tratamiento de la misma, decidimos haciendo un ejercicio de responsabilidad, renunciar a convocar nuestra movilización presencial y mensual del 12 de marzo.
Pese a todo, nuestras reclamaciones siguen en pie y no pueden evitar verse influenciadas por la proximidad de las elecciones al Parlamento Gallego, convocadas para el 5 de abril.
Consideramos preciso, recordar el recorrido realizado y solicitar de la Administración un compromiso en firme, para darle solución a las demandas iniciadas por nuestro colectivo, ya que desde el comienzo pusimos el foco en la problemática y en las consecuencias que tiene la eventualidad para pacientes y profesionales.
Denunciamos la opacidad de datos de profesionales y resaltamos que la temporalidad en la sanidad gallega ronda el 40% del personal, por lo que la estabilización del personal es imprescindible para ofrecer unos cuidados de calidad.
Reclamamos el aumento del ratio enfermera/habitante por encima de la media estatal debido a que las características de nuestra tierra, con una población envejecida y enormemente dispersa en un rural olvidado por casi todos, hace que ese aumento sea más importante si cabe y más comparándolo con otras comunidades sin nuestras peculiaridades.
Todas nuestras reivindicaciones implican soluciones políticas y muchas de ellas son aspectos fácilmente mejorables si existe la voluntad y la valentía necesaria para acometer cambios.